lunes, 19 de enero de 2009

Tengo miedo.

Mi ordenador habla cuando yo no se lo ordeno.

Explico: llevo meses sin poder ver archivos de power point. Me instalé un programa, los pude ver durante un par de semanas y luego dejó de funcionar (como se fue, vino... pero al revés). Total, que harta de no poder verlos y de haber desinstalado/instalado unas doscientas veces, decidí que a lo mejor era cosa del antivirus. Desinstalé el que tenía. Instalé otro y le dejé trabajar: no había virus.

Pero ese no es el caso. el caso es que hace escasos 10 minutos, justo después de cerrar el MSN y antes de empezar a escribir esto, estando yo en el más absoluto silencio, una voz femenina ha dicho: "LA BASE DE DATOS DE VIRUS HA SIDO ACTUALIZADA".
Tremendo susto el que me he llevado hasta que he relacionado el nuevo antivirus con la información dada y el hecho de que es un antivirus guay que habla.

No volveré a instalar nada sin saber si habla, que mi corazón no resistirá muchos más sustos como éste.

sábado, 10 de enero de 2009

Nieve.

Una bonita estampa de frío hasta los huesos que en mí hace el efecto inverso: hace que mi alma entre en calor. Me enternece ver a las abuelas diciendo que no recordaban una nevada así en Madrid a sus hijas, mientras éstas sonríen viendo cómo la tercera generación juega a construir figuras de nieve; con mofletes rosaditos, que es lo único que se les ve entre abrigos, manoplas, bufandas, orejeras y gorros.
Salir a la calle con la música clavándose en los oídos por no querer que el ruido de los coches estropee la escena que no se merecen. Todo blanco, puro. Y que en el aleatorio salga la canción que resume y expresa exactamente cómo son mis pensamientos. Y es que ya no queda nada en que pensar, he podido despistar al miedo y no quiero despertar.